lunes, 2 de noviembre de 2009
SEVER LA
(Creo que tengo la etiqueta para afuera.)
martes, 27 de octubre de 2009
Reglas
Y todos saben que las idiotas son fáciles de manejar
O peor : en que si le pregunto a un pibe, y me miente diciéndome que 'soy linda', cuando en realidad cree que 'tengo algo' .. yo voy a poder leer su mirada y reconocer la mentira.
Aunque voy vivir paranoica refutándomelo, argumentando que no hay razón para mentir, voy a tener una razón para pensar que lo hizo (la razón, claro, es que efectivamente lo haya hecho.)
O peor, me lo va a tirar directo : 'mirá, sos horrible, pero yo todo bicho que camina ..' y yo, me voy a deprimir.
No porque me de cuenta de la bara baja que tiene mi partenaire (por la que yo paso silbando), sino porque alguien piensa que soy 'horrible.'
O peor : que lo haga pensar a él en eso y, gracias a eso, yo deje de gustarle automáticamente.
No sé, esto de cambiar de moneda tantas veces en menos de un año, me está confundiendo.
A veces no sé ni en qué idioma pensar, menos puedo pretender interpretar convenciones sociológicas.
No llegué a ninguna conclusión porque tuve que anotarlo. Y después, decidí no pensar más en esas boludeces; no porque sean boludeces, porque a mí me encanta pensar en boludeces, sino porque les puedo preguntar a ustedes sus estándares.
* Y en este punto quiero aclarar que nunca se sabe el gusto de lal gente : si a los hawaianos les gustan las gordas y a los japoneses las super esqueléticas; o en Argentina las minas se tiñen de amarillo y en Alemania, de negro .. como puede haber una única regla ?
domingo, 11 de octubre de 2009
Una Yegua Muy Vulgar
Los últimos meses de mi vida, han sido un tanto caóticos - si entendemos al caos como el estado de confusión y desorden en el que se halla la materia hasta el momento de la creación. - Para que entiendan un poco mejor : me deshice y me hice en otro lado. Otro país, otro idioma, otras costumbres, otro clima, otra casa, otro trabajo. Otra yo.
En el camino, me descubrí ansiosa y ambiciosa. Aprendí a correr hacia mi objetivo, como esos caballos de carrera con protectores oculares, que no pueden ver otra cosa que la meta; ni siquiera quién está sentado en el público. La carrera me consume tanta energía, que lo único que quiero hacer cuando llego al corral, es dormir ! Algunos apostadores se han acercado al corral a cepillarme el pelo, otros me han mandado alfalfa .. pero a todos he espantado de un relincho.
De ser una chica vulgar, me convertí en un caballo de carrera. Y mi problema ahora no es que no me entusiasmen los hombres, sino que tampoco lo hacen caballos.
(De qué voy a hablar ahora ?!)
martes, 14 de julio de 2009
Creencias
Yo tengo acento porteño. Mi mamá nació en cuna de oro, mi papá gracias que tenía una cuna. Entre los dos construyeron una familia de clase media económicamente, pero de clase muy alta en cuanto al amor. Soy la única nena entre tres hermanos (y encima la más chiquita !) y tengo muchos tíos y primos y amigos más grandes. Conclusión : consentida, mimada, malcriada, sobreprotegida, consentida (sí, vale doble), con mucho carácter * y machista.
Todas esas cosas harían que encontrar el candidato perfecto fuera un brief casi imposible.
El único amor incondicional es el de los padres, y nadie puede querer tanto a otra persona como para bancarse las características anteriormente expuestas. Por eso, y también porque la independencia hizo que me encuentre con mis gustos y creencias personales, durante los últimos años de mi vida hice un giro bastante radical. Pasé de ser esa nena consentida, a ser una mujer (con esa nena adentro.)
Siempre fui bastante independiente, porque siempre que pude depender de alguien. Creía que en una relación, como en la Naturaleza, el hombre debía ser el proveedor, mientras que la mujer podía darse el lujo de hacer lo que quisiera -siempre y cuando hiciera algo. - Pero la idea de estar parada en mis dos piernas, sin nada ni nadie alrededor para agarrarme, era inconsebible.
Siempre necesité admirar a quien tuviera a mi lado; alguna vez dije que 'lo que más me gusta de vos es que si una noche nos quedamos en llanta en la mitad del desierto, a la mañana sé que me llevás a la ciudad.' Admiraba a los hombres que, sabía, podían salir de la mitad de la nada en el worst case scenario; ahora veo que es porque no me animaba a salir por mí misma.
Hoy me encuentro cada vez nadando más lejos del borde. Por eso mi cabeza piensa en otras cosas (y viceversa.) Y ya no admiro del otro que sea el más inteligente, ni el más rápido, ni el más lindo, ni el más bueno. Porque me di cuenta de que lo más importante de todo, es que sea el que mejor me haga sentir.
Permiso. Me voy a seguir nadando.
* carácter fuerte no es lo mismo que mal carácter.
martes, 7 de julio de 2009
La historia de m. Parte I.
Luego de un par de salidas, su gracia comenzó a opacar su desgracia; aunque internamente deseaba, por mi salud física, que la situación no prosperara. Y una tarde ..
m: linda, se me complica salir hoy. Tengo clavada en la agencia.
vulgar : no prob ! que te sea leve, hablamos. beso !
Era claro que algo había pasado .. yo ya estaba vacunada contra la excusa más utilizada en el ambiente publicitario. Dos días y ningún mensaje de texto después, confirmé mis sospechas mientras merendaba con una amiga en un bar en Palermo.
vulgar : no .. no me llamó todavía. Pero bueno, mejor, que no prospere !
amiga : tan desastre es ?
vulgar : cómo explicarte ? ponele .. ves ese pibe de ahí que viene caminando con la novia?
amiga : see ..
vulgar: bueno, mas o menos alto como él.
amiga : see ..
vulgar : y el pelo también, así rulos como él; el mismo largo ..
amiga : see ..
vulgar : aunque se viste bien, tiene la misma onda de ese pibe.
amiga : see ..
vulgar : y de cara es re parecido a él también. De hecho, es él.
* si el motor de una relación viene en una lata, está destinada al fracaso. O tu hígado a una sirroris.
sábado, 20 de junio de 2009
Días radicales.
Tengo días que me gusta y días que no. Tengo días que me gusta todo y lo que no me gusta, me hace reír; tengo días en los que no me gusta nada y, lo que me gusta, se ve opacado por todo lo que no lo hace.
Tengo días y días.
miércoles, 10 de junio de 2009
Cucharita
domingo, 7 de junio de 2009
lunes, 1 de junio de 2009
Las 10 cosas que deberían saber de mí.
1. Hago terapia desde los 8 años. Considerando que ahora tengo 25, la cuenta cierra en 17. Pero, a mi favor, tuve 2 experiencias que no pueden ser calculadas como acumulativas: 12 años de una (con un recreo de casi 1 año entero) y 5 de la otra (concluida recientemente.)
2. Le tengo más miedo a las cucarachas que a las ratas. Aunque sea éstas tienen pelitos, y las otras sobrevivieon a Chernobyl (y hay que ser re freak para haber sobrevivido a Chernobyl.) Pero confieso que el otro día ví una rata y no me gustó nada nada.
3. Que haya sido una cómoda toda la vida, no quiere decir que sea una inútil.
4. Tiendo a sobre analizar las cosas (me pregunto si este punto tendrá relación con el número 1.)
5. No me gustan las bombachas normales porque ocupan lugar demás del que les corresponde en el pantalón.
6. Cuando conozco gente importante o un poco intimidante, me imagino que también ellos se levantan a descongelar masitas del freezer a las 3 am y toman leche del cartón cuando nadie los ve, ni se bañan algún que otro domingo, y sus hijos le hacen chistes sobre su calvicie.
7. Cuando era chica creía que podía hablar con Dios (esto también se relaciona con el punto 1.)
8. Me encanta que la vida me sorprenda (aunque suene un poco grasa.) Cuando hago menos lo del punto 4, tengo más del punto 8.
9. Mi dos grandes pasiones son la fotografía y la escritura; y con ninguna de ellas quiero lucrar en este momento. Me pregunto si a eso la gente le dirá 'arte' y yo tengo que pedir una Visa en algún lado.
10. Tengo la mejor familia que alguien se pueda imaginar. Los Ingalls no cuentan porque terminaron todos en fiestas oscuras abusando de drogas pesadas.
domingo, 17 de mayo de 2009
Domingo de Resaca (esto es lo que me quedó)
Claro que también tomé mucha droga.
N de la R: nunca juego juegos, quizás porque no me gusta perder. Pero hoy leí Desayunos en Pantuflas, y me dieron ganas de quedarme jugando a un costadito. Hay que escribir un texto usando las palabras en negrita. La droga es optativa (también se puede usar alcohol.)
martes, 12 de mayo de 2009
Siempre quiero más.
La vida es muy larga y el mundo es muy grande para: leer un solo libro, probar un solo gusto de helado, mirar una sola película, enamorarse una sola vez, tener un solo amigo, trabajar de una sola cosa, escuchar un solo disco, usar un solo perfume, entregarse al desenfreno del amor en el baño de un solo restaurant, caerse de una sola bici, dormir una sola siesta y vivir en una sola ciudad.
Y también es demasiado corta para seguir pensando en un amor no correspondido.
domingo, 3 de mayo de 2009
NOTA MENTAL
(Como por ejemplo, estar con alguien y tener ganas de estar con otra persona.)
jueves, 23 de abril de 2009
lunes, 20 de abril de 2009
Fantástica primera velada.
En inglés, las 'cougars' son mujeres grandes, aunque no viejas, que gustan de salir con niñitos, para llevarlos de las narices como si fueran perritos. Bueno, así se siente mi amiga cuando sale con uno de mi edad.*
Entonces me cuenta que el pibe, de entrada, quería ir a su casa (ella vive sola), y eso le apaga un poco la ilusión, porque ella es una chica a la que le gusta pasear.** Y, como por arte de magia, ya sabe (aunque todavía, a esa altura, no sabe que ya sabe) que esa relación ha muerto antes de iniciarse.***
Igual, salen. Y, si bien la charla no es la más animada, hay algo en su semblante que le brinda esa especie de ternura .. esa que te surge, por ejemplo, cuando ves a un cachorro de labrador en las propagandas de comida balanceada; o quizás es solo la elasticidad de su piel, no lo sé. Así que vuelven a su departamento y se aman en la primera noche.
A la mañana siguiente, cuando él ya se había convertido en desayuno, empieza el planteo mental sobre cuándo se debería ya-saben-qué por primera vez. Pero solo por el hecho de profundizar (y no podría haberlo dicho mejor) una idea.
'Click.'
En ese instante, mi amiga se da cuenta o, mejor dicho: 'comprueba', que sus instintos nunca fallan. Porque el rasgo distintivo del paradigma de hombres que la han gustado, es que son aquellos a los que más tiempo ha tardado en entregarse (en cuestiones carnales); pero no por protocolo, sino porque fueron aquellos a los que más temió hacerlo.
Porque el miedo a entregarse, es el primer indicador de que alguien le gusta en serio.
*digo 'mi edad' porque mi amiga y yo, tenemos la misma edad.
** Después de todo, como mi abuela solía decir: "las chicas buenas van al cielo, pero las malas van a Paris, Londres, NYC."
*** Y sí, mi amiga es así de prejuiciosa y determinada (aunque esté intentando cambiarlo.)
jueves, 16 de abril de 2009
Tip Vulgar
Tip Vulgar: si le gustan las chicas, y le gustan los chicos; entonces, le gustan los chicos.
* También le podemos poner 'Tip Vulgar Reversible.'
domingo, 12 de abril de 2009
domingo, 5 de abril de 2009
Tip Vulgar
Por otro lado, el hombre piensa " para qué la voy a remar, si es ella quien está haciendo el esfuerzo por gustarme. Está entragada." Y se relaja. Además, ellos perciben cuando una mujer realmente gusta de ellos o de ella misma gustando.
viernes, 27 de marzo de 2009
domingo, 22 de marzo de 2009
En la medida de lo posible.
Por este motivo, atribuyo todas las uniones a la jurisdicción de la atracción. No creo en los buenos, ni en los malos desempeños; sí en las buenas o malas conexiones. Por esto, y porque me parece de persona con baja educación y autoestima, jamás me cayeron bien los ‘difamadores’: aquellos que cuentan experiencias no gratas, para difamar a sus partenaires, con el solo objetivo de elevarse ellos mismos*.
(Obviamente, no me refiero a experiencias nefastas psicológicamente hablando, porque el coeficiente intelectual es mesurable; en cambio el coeficiente sexual, no.)
La conexión entre partículas responde tanto a un aspecto primitivo de las personas que incluso se puede oler: no por nada, la gente usa perfume. Los aromas tienen la capacidad de borrar la superficie cobertora y dejar al descubierto la escencia de las personas (y las mejores son las de laboratorio.) Por eso, hasta ese que trabaja en tu oficina que no tocás ni con un puntero láser, con un buen frasco de Carolina Herrera Homme encima, puede hacerte erizar los pelitos.**
Una vez atravesado el período protocolar de las citas, cuando ya nos sentimos tan (y cada vez más) físicamente atraídos hacia una persona, al punto en el que en lo único que ocupamos la mente es en imaginar y desear la unión entre tu cuerpo y el suyo, ya no hay mucho margen para el error. A esta altura, ya poco importa la belleza, delgadez, agilidad o torpeza, puesto que ya estamos ahí, entregados y crocantes. Por esta cuestión, creo que el tamaño del miembro se carga al hombro tanta expectactiva, y no de manera equivocada: es el último peaje en la autopista hacia el amor!
Ojo, no hay nada para alarmarse (si no tienen nada), ni para regocijarse (si tienen demasiado), ni tampoco para aliviarse (si se encuentran en la media: los castaños de ojos marrones son los más olvidables, puesto que son los que más abundan); lo único necesario para un encuentro satisfactorio, es encontrar la otra pieza para el encastre justo.
*salvo que su partenaire bese al estilo ‘sapito.’ Pero eso vale porque es demasiado gracioso para no comentarlo.
** estos franceses no son ningunos giles.
domingo, 15 de marzo de 2009
NOTA MENTAL
* Para los que no saben ni lo que es un PMS… búsquenlo ! si son lo suficientemente grandotes como para entrar a leer mi blog sin la supervisión de sus padres, también lo son para buscar palabras en wikipedia. A ver si tengo que empezar a poner definiciones para cuando uso una palabra extraña o aluna sigla exótica. Por favor, hombres !!!**
** Perdón, estuve un poco guacha. PMS es Síndrome Pre Menstrual.
lunes, 9 de marzo de 2009
La historia del Negro. Parte II.
Luego de la breve disputa, el Negro me invitó a pasar al living, conformado por un sillón con vista a un cuadro “de muchos miles de dólares, Beba,” tan gigante como feo; un armario del Imperio Chino “o-ri-gi-nal, Beba”; y una repisa llena de fotos de la madre “modelo austríaca, Beba.”
Yo, lejos de impresionarme, comenzaba a entender que el Negro no debía conocer otrra manera de relacionarse con las mujeres, que hablándoles de las cosas que tenía o de su sangre azul. Digamos que le gustaban las ‘botineras de la vida.’* Pero yo no era una de esas.
* Mujeres con dos celulares, de los cuales uno es Nextel y tiene, en el #1 del speed dial, al Sr. Gerardo Sofovich.
Pero una vez que pude ver la situación desde afuera, entendí que no era de ‘malo’ que lo hacía. Me imaginé que tenía unos padres ausentes, que le demostraban afecto a través de las cosas materiales, y ya no lo odié tanto. Aunque también ayudó el masaje (cabe aclarar que el Negro era kinesiólgo y estudiaba para ser profesor de yoga. Conocía el cuerpo humano como, y con, la palma de su mano.)
Claro que después tuvo que volver a hablar: me contó de la cantidad de veces que lo habían parado en Miami ofreciéndole ser modelo, mientras me mostraba fotos suyas en las que parecía Enrique Iglesias.
Vulgar: me parece que vos sos medio creidito, Negro.
El Negro (levantándose la remera y, apuntándose la panza): y qué querés, Beba? Mirá estos abdominales.
La verdad es que, a veces, las mujeres también nos vemos atraídas por lo superficial de un hombre. Pero ese producto era tóxico, por mejor packaging que tuviera.
El Negro: Beba…
Vulgar: qué, Negro?
El Negro: cuándo fue la última vez que estuviste con alguien?
Vulgar: qué te importa, Negro.
El Negro: ay, dale Beba… yo te digo la mía: fue el viernes pasado. Pero estaba pensando en vos, Beba.
Mi cuerpo comenzó a producir una reacción alérgica (genuina); diez minutos después, estaba subida al auto. Pero, antes de arrancar, decidí no pensar en aquella noche como un mal momento, sino que decidí recordarla como una anécdota más en mi repertorio de ‘Historias de vida’ (lo archivé detrás del capítulo titulado ‘Quiero salir, pero no besar.’ Y delante de ‘La vez que casi nos hacen prostitutas en Perú.’); y eché a reír.
El Negro me siguió llamando (Beba, por supuesto) por un par de meses, sin poder creer que su amor no era correspondido. Debe haber pensado que ese día estaba feo.
N de la R: es un cliché de galán barato que nos llamen con apodos universales para no confundir nombres.
miércoles, 4 de marzo de 2009
lunes, 2 de marzo de 2009
La historia del Negro. Parte I.
El Negro: me parece que esto es tuyo.
Vulgar: ah, ya la daba por perdida. Gracias.
Agarré la media de su mano y sentí cómo la electricidad me recorría el cuerpo. Me fui a sentar al escalón a fingir superación, mientras me ponía las zapatillas y esperaba que me volviera a hablar.*
* Tip vulgar para ellas: si lo hace, ya es tuyo.
A los 5 minutos, ya me estaba pidiendo el teléfono, mientras me preguntaba qué iba a hacer el fin de semana. A los 2 días, ya nos cruzábamos en el bolique y nos cerciorábamos de gustarnos con ropa de persona y no de gimnasia; a los 2 días y una frase, descubría que era tan lindo como boludo; y a la semana, que su biblioteca se conformaba por 4 libros de Osho y la colección completa de Sidney Sheldon.*
* Estoy segura de que todavía no descubrió que Sidney Sheldon no es una mujer.
PRIMERA CITA A SOLAS
Me invitó a que lo acompane a sacar a los perros, y terminamos cenando en su casa. Vivía en un dúplex en Belgrano (aunque por cómo había pronunciado la ‘ll’ de grillé cuando pidió el salmón, supe que era oriundo de Barrio Parque.)
El Negro: hoy pensé en vos todo el día, Beba.
Vulgar: sí, me dí cuenta. Me mandaste 800 mensajes.
El Negro: ay, bueno, sorry beba… decime que no te gustaron.
(En serio, me había mandado 800.)
Vulgar: y, los primeros dos, sí…
El Negro: es que te estaba probando, Beba.
(Eh ? What ? Dijo que me estaba probando ?!)
Vulgar: ah, si ? Igual no te da para probarme tanto.
El Negro rió, sin entender el insulto, y seguimos la charla. Decidí dejarlo pasar, consolándome en su belleza. Unos blablablas después, empezamos a hablar de restaurants y a competir por quién conocía más lugares; se notaba que él también gustaba de ir a comer afuera: íbamos cabeza a cabeza.
El Negro: y pero con quién vas a comer que conocés tantos lugares?
Vulgar: qué sé yo, con mucha gente… amigos, familia, con mi ex conocí muchos lugares también…
El Negro: aaah pero siempre con sponsor, no Beba?
Vulgar: no, Negro, yo trabajo.
El Negro: ay, Beba, dale… seguro que con una cena en Osaka te gastás la mitad de tu sueldo.
No podía creer lo que había escuchado. En ese instante, decidí que lo destruiría psicológicamente. Después de todo, él había pedido una probadita de mi postrecito.
martes, 24 de febrero de 2009
Tip Vulgar
Ya que nos van a ver sudar, que nos vean lindas.
lunes, 16 de febrero de 2009
DNI
Para hacer lo que no queremos, tenemos el resto de nuestras vidas.
(El otro día en un bar, me pidieron el documento. Eso me dice que todavía tengo mucho tiempo para hacer lo que se me canta.)
jueves, 12 de febrero de 2009
lunes, 2 de febrero de 2009
Importancia Interior
Al momento del galanterío - ese paso previo al primer beso, en el que el hombre claramente quiere besar a la mujer, y la mujer quiere ser claramente besada por el hombre; pero que por cuestiones de protocolo no se puede (ni se debe!) omitir – hay algo que un hombre no debería esgrimir jamás (no jamás de los jamases, pero no aunque sea en la primera cita) en medio de una conversación. A saber: el motivo de la elección.
Terminemos con el mito de que lo que importa es lo de adentro. Claro que es importante, pero no es lo único, y mucho menos lo primero; ya que antes de conocer lo interior, debemos querer conocerlo. Así es como se reconocen tres etapas en el camino al corazón.
1. Etapa superficial: atracción físico-química.
Así como cuando vamos al supermercado elegimos los productos por el pack, lo mismo pasa con la gente. Cuando compramos un producto por primera vez, no sabemos con exactitud cuan eficaz resultará. Por eso lo probamos y, si nos gusta, volvemos a salir; sino, la próxima, compramos otro.*
2. Etapa cognitiva: conocimiento interior + atracción exterior.
Este peligroso escalón, puede convertirse en un contrato con el Diablo. No hay que dejarse enceguecer por lo superficial, ya que a las doce campanadas, desaparecerá y solo quedará la etapa 3.
3. Etapa de resignación: lo efímero se cae, lo interior se magnifica.
Creo que no hace falta aclarar que este es el momento en el que la mayoría ya está hinchado las pelots, pero cree que es más fácil tomar aire y seguir nadando, que cambiar de estilo. Lo que no se dan cuenta es que cuando uno se cansa en serio, indefectiblemente se hunde.
Conclusión: nunca digan a un target que lo que importa es lo de adentro; lo único que ganarán será hacernos sentir tontas que pasaron horas arreglándose para alguien que nos eligió por algo que todavía no conoce: nuestro interior.
* aparte encontramos el caso de aquellos altamente influenciables por los consejos de su madre, que llevan lo que deberían y no lo que en realidad quieren.
miércoles, 28 de enero de 2009
domingo, 25 de enero de 2009
NOTA MENTAL
martes, 20 de enero de 2009
10 cosas de los hombres que te bajan la libido
Entiendo que a la hora de la procreación, el hombre es mucho menos quisquilloso que la mujer para elegir con quién relacionarse. Yendo a los niveles más básicos de nuestra biología, podemos notar que la mujer puede preñarse de un único macho (a la vez, claro); mientras que el macho puede preñar a muchas. Con esto quiero decir que, para la mayoría de los hombres, todo bicho que camina va a parar a la cocina (o al cuarto, o al auto, o a la sala de fotocopias, etc.) En cambio, las mujeres somos mucho más analíticas y detallistas (rompehuevos.)
Es así como ellos destacan la cualidad de una mujer (por ejemplo, si una mujer tiene pies feos, pero un orto supremo, destacan el orto supremo; si tiene gomas, pero es una pelotuda, destacan las gomas; o si es súper inteligente, pero indable, se la agarran en una noche de borrachera); mientras que nosotras, destacamos los defectos (que se nos convierten en un fiambre en una ruta. Ese que no querés ver, que querés pasar de largo, pero que no podés evitar girar la cabeza y mirar. Y cuando lo viste, esa imagen se te impregna en la retina, y ya no hay vuelta atrás.)
1. Tu forma de vestir.
Muchas somos las que nos hemos desenamorado de un hombre por su vestimenta, ya que la ropa es más que lo que nos tapa el cuerpo. El vestuario habla de un sentido de la estética, y a toda mujer le gusta saber que su chico sabe elegir. Por eso le decimos NO a la riñonera (dejémoslas para cuando tengamos 60); NO al buzo atado en la cintura (como la leche, después de los 7 ya no se digiere); NO al slip (son el equivalente a bombachudos beige); y sobre todo, NO al pantalón al huevo (solo las mujeres podemos usar pantalones ajustados.)
2. Descubrir que no es fana del agua pato.
Una vez salí con un muchacho que no era muy amigo del agua (una etapa oscura de mi vida.) Claro que lo obligaba a bañarse cuando se encontraba en mi presencia. Luego de unos meses, entramos en confianza, hasta que un día en el que volvió de jugar al fútbol me preguntó si podia no bañarse. A lo que yo contesté que por supuesto, tanto como yo podia dejar de depilarme.
3. Caballeros, no caballos.
Si bien a lo largo de la historia, cientos de miles de mujeres murieron luchando por la igualdad de géneros, yo creo que un poco se pasaron. Los hombres y las mujeres no somos iguales, no tenemos las mismas funciones biológicas. Ellos son naturalmente los protectores; y nosotras, las protegidas. Por eso, las mujeres gustamos de los hombres caballeros. Esos que toman la iniciativa, te dejan pasar o te esperan afuera de tu casa hasta que entres.
Claro que nada en extremo es bueno, ya que el exceso de caballerosidad, roza la cursilería. Cuidado.
4. Que coma poco.
Las mujeres nos medimos siempre por comparación (si sos más linda que su actual; si estás más flaca que antes; o si seguís así, vas a quedar como tu vieja.) Entonces que un hombre coma poco, nos da la sensación de que se va a achicar, cosa que automáticamente, nos agrandará a nosotras. Y claro, a nosotras no nos gusta agrandarnos. No en ese sentido.
5. Poca experiencia.
Salvo que seamos la Sra. Robinson y busquemos eso específicamente, claro.
Y las mujeres somos curiosas por naturaleza, nos gusta aprender y que nos enseñen. Por eso siempre somos las primeras en pedir indicaciones cuando nos perdemos; o las que hacen de colegialas en los comerciales del *2020. Jamás le confieses a una mujer que el alumnito sos vos.
6. Hablar como bebé.
Creo que no hay explicar por qué no nos erotiza escuchar a un orangután peludo de 30 años, hablando como un niño de 2. Pero a los que hablan como bebitos, se merecen que les limen los testículos hasta dejarlos eunucos.
7. Las mujeres de su vida.
Todas sabemos que si nos hablan de su ex, es porque todavía siguen enganchados. Y no nos gusta perder el tiempo con un pibe que está con vos, pero pensando en otra chica (y contándonoslo.) Como tampoco nos gustan los que están enamorados de sus madres, porque ésta será siempre la única.
8. La boca es la puerta.
El cuidado bucal nos cuenta bastante de la higiene personal. Y a las mujeres nos gusta mucho que todo tenga color a brillo. Por eso, cuando al principio de la nota hablé sobre el fiambre en la ruta, en realidad estaba refiriéndome a la pastita blanca en la comisura de los labios.
El aliento también es importantísimo. Por eso, salvo que vayan por la vida con un frasco de Lysterine, las mujeres odiamos a los close talkers. Esos que te hablan tan de cerca, que te obligan a retroceder. Sepan que lo mismo hacen con la actitud.
9. Esclavitud.
Así como a los hombres muchas veces les deja de gustar una mina cuando les dá pelota, a las mujeres nos deja de gustar un hombre en el exacto instante en el que sentimos que está esclavizado, adiestrado o castrado.
Uno motivo es, tal vez, porque nos gusta que estén con nosotras por elección, y no por obligación; aunque nuestra manía de controlarlo todo a veces diga lo contrario.
Por otra parte, creo que el único amor incondicional deberúa ser el de tus padres, que siempre van a entenderte y aceptarte tal cual sos (?), hagas lo que hagas. No está bueno saber que no necesitás esforzarte para que el otro se quede, porque ahí es donde hay relajo de esfínteres y se va todo al demonio (por no decir a la mierda.)
10. Que tarde más que vos en arreglarse.
Basta con esta historia de los metrosexuales. A las mujeres nos gustan los-ma-chos. Esos monos que comen con la boca abierta, que se dan vuelta el calzoncillo cuando lo usaron solamente una vez, los mismos que tienen barbita de 3 días y que no se saben hacer ni un huevo duro. Esos que nos hace sentir necesitadas, porque no sobrevivirían un día sin nosotras (bueno, también somos exageradas.)
En conclusión: si alguna vez una mujer desapareció de tu vida como ninja punk con bomba de humo, ahora sabés por qué lo hizo.