10 cosas que odio 'sinrazón.'

A veces tenemos reacciones ante ciertos estímulos, que nos parecen ‘inexplicables.’ Reacciones que deberían ser distintas si las analizamos lógicamente, pero que por razones de Fuerza Mayor, no las podemos dejar de hacer de esa forma en que las hacemos, por más excéntrica que sea.
Bien. Yo creo que todo está hecho de física y química, y que todo eso se explica si analizamos todo físico-químicamente. Pero da un toque de fiaca, así que mejor se lo otorgamos al sinrazón.

Las 10 cosas que odio sinrazón.

1. Las monedas de 25 ctvs de color cobre. Me hace sentir mal tenerlas en mi poder (en este exacto momento, de hecho, tengo una en mi cartera, que me dieron en el video. Me da un poco de miedo que el post sea un fracaso.)
2. El número 12. Salvo con la docena de huevos, no sé por qué, pero eso no me jode.
3. No saber a qué hora me duermo y por consiguiente no poder calcular cuántas horas dormí cuando me levanto.
4. El acento chileno. Es para mis oídos, lo que la criptonita para Superman.
5. Saludar a mucha gente. Y en Italia lo odio el doble porque dan 2 besos, en vez de 1. Y en Holanda lo odio el triple. A quién se le habrá ocurrido oficializar los saludos en 3 besos?!?
6. Salir sin perfume. Eso de no oler, me atormenta.
7. La función shuffle del ipod. Y a todos los que la utilizan.
8. A los porteros. Los odio desde mis tripas a todos. Salvo a Tito, que es el portero del edificio de mis viejos. Pero ese es pelotudo, así que no se qué prefiero.
9. A los gatos. Aunque cuando jugamos Guerra de Miradas, no hay mejor rival que un gato.
10. Al flaco que viene conmigo a Body Combat, que es igual a Coco Silly (pero flaco.)

CLON DE COCO SILLY: si estás leyendo esto, sabe que te odio sin razón!! Seguro que hasta sos portero en un edificio de 12 pisos en Chile; que te gustan los gatos (de todo tipo); que no usás perfume, ni siquiera desodorante; que no tenés ipod, pero que si tuvieras, te encantaría la función shuffle; y que coleccionás monedas de 25 ctvs color cobre, por si algún día cotizan como rareza y valen una fortuna. Y por encima de todo, que te gusta parecerte a Coco Silly.